El castro de “El Cerco”, declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Zona Arqueológica, es uno de los más destacados de la comarca alistana. Se localiza a poco más de 1,5 km de distancia de la localidad de Sejas de Aliste, ocupando un cerro en el espigón fluvial formado por la desembocadura del arroyo de Las Lamas o de La Cabrera, que bordea el montículo por el oeste, en el río de La Ribera, que lo hace por el sur. Por el norte una vaguada, la de La Quina, protege el acceso al castro, que solo es practicable desde el este.
El castro está delimitado por una muralla que abarca toda la cumbre del espigón, ocupada por encinas y monte bajo y que presenta un acusado buzamiento de noreste a suroeste, encerrando un espacio de 3,54 ha, si bien la delimitación del Bien de Interés Cultural es considerablemente más grande, al comprender todas las laderas. A excepción del frente occidental, donde se aprecian tramos de la cara externa de la muralla, desvelando su construcción con lajas de pizarra a tizón y una anchura de unos tres metros, en el resto esta obra defensiva queda oculta por un lomo terrero. En la zona suroeste la muralla presenta un ensanchamiento de hasta seis metros, a modo de bastión, ya citado por Gómez Moreno en 192, y también por Esparza en los años ochenta del siglo XX, que es el único investigador que realizó excavaciones, en concreto dos sondeos sobre la muralla y otro en un punto del interior, donde localizó una estructura de habitación de época romana con muros de mampostería.
Gracias a los trabajos de Esparza conocemos la secuencia de ocupación, con una primera etapa (Sejas I) adscrita a la Primera Edad del Hierro y que se inauguraría en torno al año 500 a. C., momento al que corresponde la muralla y que llegaría hasta la Segunda Edad del Hierro, protagonizada en esta zona por la tribu de los zoelas (clan que pertenecía a la etnia de los astures), que ocuparon un extenso territorio delimitado por el Duero, el Esla, la región portuguesa de Trás-os-montes y la sierra de La Cabrera. El territorio Zoela acabó bajo dominio romano tras las Guerras Cántabras, pasando en el año 27 antes de Cristo a formar parte de la provincia romana Tarraconense y, tiempo después, a la provincia Gallaecia. Esta incorporación a la órbita romana no implicó el abandono del castro, pues continúa habitado en época romana, fase Sejas II.
En el año 2018, en el marco del Programa INTERREG V-A de Cooperación Transfronteriza España-Portugal, (POCTEP 2014-2020), en el proyecto “Patrimonio en Común” (0145_PATCOM_2_E), se ha procedido a instalar la señalización del castro y de sus accesos.
BIBLIOGRAFÍA
BRAGADO TORANZO, J. M. (1994): “El poblamiento prerromano y romano en la provincia de Zamora”. En Studia Zamorensia, I: 11-95. Zamora.
ESPARZA ARROYO, A. (1986): Los castros de la Edad del Hierro del noroeste de Zamora, Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo: 126-128, 158-202. Zamora.
GÓMEZ-MORENO, M. (1927): Catálogo monumental de España: Provincia de Zamora: 8. Ministerio de Educación y Ciencia. Madrid.
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Castro de "El Cerco" (Sejas de Aliste, Zamora) (8.768 kbytes)