La Ciudad antigua de Salamanca destaca por conservar un gran número de monumentos de significativa importancia de estilo románico, gótico, árabe, renacentista y barroco, aunque lo que más identifica la ciudad es el plateresco y su Universidad.
Situada al Suroeste de la Comunidad, está construida sobre tres colinas en el margen derecho del río Tormes. En Salamanca se encuentran restos paleolíticos, celtas, romanos y fue conquistada por los árabes y reconstruida y repoblada a principios del siglo XII. Su auge comienza en el siglo XIII con la Universidad, y en el siglo XVI cobra especial relevancia con los humanistas de los siglos XV y XVI. Posteriormente, en el siglo XVIII es foco esencial del arte de los Churriguera, cuya influencia llegó a América Latina. Salamanca se caracteriza por el tono dorado de la piedra de Villamayor, utilizada en la mayoría de sus monumentos. De entre ellos, destacan el de la Universidad (iniciado a principios del siglo XV), la Catedral Vieja (iniciada en 1140) y la Nueva (siglos XVI-XVIII) y la Plaza Mayor (iniciada según los planos de Churriguera en 1729).
Salamanca constituye un excepcional conjunto de monumentos prestigiosos que subsisten en la actualidad sin grandes modificaciones y que reflejan la continuidad en el tiempo de la importancia de esta ciudad.